La clase de hoy hemos hecho una batalla de pizarras. Consistía en sentarnos por parejas uno en frente de otro y decirle al compañero que estaba frente a nosotros lo que queríamos que dibujara, a continuación teníamos un minuto para hacer ese dibujo.
Esto fue lo que mi compañera me dijo que dibujara:
Después, teníamos que decirle al compañero una acción. Las acciones que me dijo mi compañera fueron:
En último lugar, cambiamos los puestos, es decir, seríamos nosotros los que tendríamos que dibujar lo que se nos pasara por la cabeza, pero en este caso, tenía que estar incompleto, el compañero que teníamos en frente sería el que tuviera que adivinar lo que habíamos dibujado.
Lo que se me ocurrió dibujar es lo siguiente:
El primer dibujo mi compañera dijo que podía ser una carretera, pero dado que no era eso, tuve que añadir el avión que se encuentra en el cielo para que pudiera adivinarlo. El siguiente era bastante obvio debido a la lengua y la cola del camaleón. El último dibujo, intenté dibujar lo menos posible para que pudiera representar más cosas, es decir a partir de cinco líneas curvas, mis compañeros dijeron que podía ser un minion o el pelo de alguna persona, pero lo que yo había querido dibujar era un volcán en erupción.
Con esta dinámica he podido darme cuenta de que no hace falta dibujar perfecto para poder expresar lo que cada uno quiera en forma de dibujo. Simplemente tenemos que dejar libre la imaginación, no echarnos hacia atrás por pensar que no sabemos dibujar.
Además, creo que nos puede servir bastante a la hora de llevarlo a cabo en una clase, ya que de esta forma los niños y niñas desarrollan su imaginación y creatividad de una manera muy entretenida y divertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario